Para Rescate, el asado es mucho más que una comida: es un ritual de hermandad y creatividad. En su visita a “Entonces Llega la Noche”, contaron cómo cada sesión en el estudio está acompañada de un buen fuego y carne a la parrilla. Entre bromas y anécdotas, aseguraron que el asado es parte del ADN de la banda.
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En su paso por “Entonces Llega la Noche”, la banda Rescate compartió no solo su música y reflexiones sobre su carrera, sino también un detalle poco conocido: su conexión con el asado. Según los músicos, cada grabación en el estudio está acompañada por el aroma de la parrilla, y no dudaron en bromear sobre cambiar el nombre de la banda a “ResCatering”.
Marcelo Barrera explicó que la parrilla está a solo nueve pasos de la consola en su estudio, lo que convierte cada sesión en una experiencia única. “Siempre se siente ese olor a carne asándose. Es parte de nuestra identidad, tanto como la música”, afirmó.
Para ellos, el asado no es solo comida, sino un espacio de unión y camaradería. Compartieron cómo sus reuniones alrededor del fuego han sido clave para tomar decisiones importantes, incluyendo el regreso de la banda tras la partida de Uli.
La charla en Panza fue un reflejo de lo que significa Rescate: una banda que, más allá de la música, ha sabido construir una hermandad donde el asado es un símbolo de unión y disfrute.
