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Más allá de su labor como pastor y conferencista, Ema Picone lidera un proyecto solidario de casas para niños en situación de vulnerabilidad. En Panza Talks, contó cómo esta iniciativa creció en la pandemia y destacó la importancia de un evangelio que no solo hable, sino que también actúe.

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Mientras algunos ven la fe como un conjunto de creencias, Ema Picone la entiende como una acción. En Panza Talks, compartió su experiencia con La Casa del Niño, un proyecto que brinda apoyo a niños en contextos de vulnerabilidad. “Detrás de cada niño hay una familia con problemas, y si queremos cambiar algo, tenemos que estar ahí”, afirmó. Durante la pandemia, la iniciativa se expandió a diferentes provincias, demostrando que cuando la fe se traduce en servicio, los resultados son impactantes. También habló sobre la falta de personas dispuestas a involucrarse en este tipo de obras. “La iglesia necesita menos discursos y más gente dispuesta a ensuciarse las manos”, sentenció.

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