En PANZA, Marcos Álvarez habló sobre su evolución como músico. De baterista a cantante, contó cómo fue su proceso de adaptación, los desafíos que enfrentó y cómo encontró su propia voz en la industria musical.
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Para muchos músicos, cambiar de instrumento o rol dentro de una banda es un desafío enorme. Marcos Álvarez lo vivió en carne propia cuando pasó de ser baterista a cantante. En la mesa de PANZA, recordó el proceso de aprendizaje y las dificultades de asumir un nuevo rol en el escenario.
Desde pequeño, la batería fue su pasión. Sin embargo, con el tiempo, las circunstancias lo llevaron a ocupar el micrófono y liderar su proyecto musical. “No es lo mismo cantar un tema que sostener un concierto completo”, explicó. La exigencia vocal lo llevó a entrenarse y mejorar su técnica para poder dar lo mejor en cada show.
Hoy, con años de experiencia, disfruta de ambas facetas y sigue explorando nuevos sonidos. En la entrevista, dejó en claro que el crecimiento como músico es un proceso constante y que siempre hay espacio para aprender y evolucionar.
